Leo descubre el blog

Ayer Leo me dijo que tenía un asunto serio sobre el que discutir. Esa misma noche volvió y me contó que había entrado en mi cuenta de twitter y que había visto un link a este foro en mi perfil.
-¿Has entrado en mi cuenta?
-Sip; me estaba planteando si hacerme una, pero como no sé muy bien cómo va eso, decidí verlo desde tu punto de vista, a ver si era interesante
-¿Me has hackeado el ordenador?
-Que va; si lo intentase, no sabría ni por dónde empezar; no se me dan tan bien los ordenadores
-¿Entonces como entraste?
-Te vi teclear la contraseña el otro día, así que fue fácil entrar
-La verdad, no tengo la menor idea de cómo has podido asimilar la contraseña sólo con eso, pero la cambiaré
-Volveré a descubrirla
-Lo dudo
Y así ha sido como he apostado con Leo a que no la consigue descubrir, aunque en el fondo sé que es cuestión de tiempo.


Me he ido del tema. El caso es que Leo quería contarme que, efectivamente, había entrado a este foro y claro, al ver su descripción y el relato de los últimos días, se había quedado perplejo. Me preguntó por qué no le había dicho nada al respecto (lo sé; debí avisarle, pero la verdad es que ni se me ocurrió. Me tomo este blog como una especie de diario)

La cosa pintaba mal, pero en realidad, resultó que Leo no estaba enfadado (aunque tendría derecho a estarlo, lo reconozco) de hecho, una vez se lo hube explicado y me hube disculpado, me dio la impresión de estar emocionado y todo.
- Ese blog podría llevar a algo curioso. Nunca me ha atraído demasiado la idea de estar ante el público, pero en fin... Te dejo que sigas escribiendo en él si aceptas un trato a cambio
- Sorpréndeme
- Sé mi Watson

Me sorprendió, desde luego