martes, 11 de enero de 2011

La historia de Jerom 2

En mi anterior actualización estaba contando las andanzas de Jerom:

El primer problema le surgió cuando se reunió con el capo para secuestrarlo. Resulta que poco antes éste recibió una amenaza de vete-a-saber-quien, y por eso decidió que sería buena idea ir a todos lados con un guardaespaldas. Ya era tarde para cambiar el plan, así que Jerom se las tuvo que apañar para dar la droga a uno y dejar inconsciente al otro por sus propios medios.
Metió los cuerpos de los mafiosos en su coche junto con el cadáver robado y se dirigió al descampado para llegar allí a las 4 de la mañana tal y como se había acordado.

Llegó hasta allí, aparcó el coche en medio del descampado y desde él vio al hombre que le propuso el trabajo, lo cual indicaba que todo iba bien. Jerom se dispuso a bajar del coche y ese fue el momento en que se torció el asunto. El hombre le gritó "Señor dal Fabro, mire bajo el coche nada más bajar y active el artefacto"
Jerom obedeció y casi se le sale el corazón por la boca al ver un artefacto explosivo adherido a la parte baja del coche. Miró al hombre para pedirle explicaciones por esa sorpresa inesperada y entonces vio que éste le apuntaba con un arma, lo cual le obligó a obedecer.
Jerom activó la bomba siguiendo las instrucciones del hombre armado y entonces se encaminó hacia él, mientras este le decía desde su coche "Váyase, aquí acaba nuestro trato. Su dinero está en su piso" (creo que esto es lo único en lo que se equivocó Leo. Él imaginó que Jerom se había subido al segundo coche, y que éste era conducido por un cómplice suyo)

Acto seguido, Jerom se fue corriendo a casa, pero por mala suerte, en la puerta estaba uno de los miembros de la Camorra, esperándole para preguntarle dónde estaban el capo y su guardaespaldas (pues sabía que habían estado con él esa noche)
A Jerom le entró el pánico y se fue de allí por miedo a que descubriesen lo que había pasado, lo cual habría implicado una muerte segura para él como castigo por su traición.
Alquiló la habitación en el hotel y dejó pasar un par de semanas para asegurarse de que nadie vigilaba su casa.

Una vez pasado ese tiempo, Jerom fue a su casa, cogió un maletín que antes no estaba allí y dentro encontró más dinero del que había visto junto en toda su vida. Con el maletín en la mano (y conmigo detrás, aunque eso él no lo sabía) se encaminó hacia su habitación de hotel. Lo lógico habría sido irse del país en ese momento como dice Leo, pero aunque traicionado por el misterioso hombre, él se sentía a salvo y afortunado, así que no le corria prisa.

Ese error le ha salido muy caro

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